ACTIVIDADES DIDÁCTICAS

JOSUNE AMUNARRIZ

De la pintura a la instalación

COMISARIADO: Barbara Rose

FECHA: Del 8 de marzo al 22 de abril de  2007

  Siempre resulta un tanto osado, aunque sea sin ánimo de juzgar o emitir una opinión, acercarse a la obra de cualquier artista. Un universo, por su propia naturaleza, exento de reglas reconocibles y apriorismos. Más aún cuando se trata de una artista como Josune Amunarriz, cuyas creaciones protagonizan esta nueva exposición de la Sala kubo-kutxa.

  Si bien en una primera aproximación se puede calificar su obra como abstracta, de gran formato y contemporánea, esta descripción se manifiesta a todas luces como insuficiente cuando nos situamos ante una mujer cuya trayectoria artística se ha caracterizado por la búsqueda de un camino propio. Un recorrido marcado por la originalidad, que le ha llevado a huir de cualquier encorsetamiento académico.

  Su ruptura con lo establecido ha sido constante. Ya desde una primera etapa se decantó por la pintura mural, de grandes dimensiones. Una apuesta tradicionalmente reservada para los hombres, por entenderse que requería un gran esfuerzo físico.  Esta opción por la pintura de gran formato esconde, una vez más, el ansia por superar lo convencional, lo familiar, lo establecido; y una clara preferencia o compromiso con la libertad creativa.

  Su autonomía y su avidez de independencia se manifiestan también en la forma de enfrentarse a los lienzos; directamente, sin preámbulos. El resultado, una obra que no deja indiferente al espectador, que lo atrapa, tanto por su tamaño como por su intensidad. Si cabe, todavía más, en las obras de su más reciente etapa creativa, en la que las formas se hacen tridimensionales y abandonan la pared para compartir espacio con el visitante.

  La muestra de Josune Amunarriz que acoge la Sala kubo-kutxa, si bien no se puede calificar como retrospectiva, nos va a brindar la oportunidad de conocer en profundidad la obra más significativa, comprendida entre los años 1971 y 2006, de esta artista guipuzcoana, que se inició como pintora a orillas del Cantábrico, en su Hondarribia natal. Un paisaje, unos colores y unas texturas que, como pone de manifiesto la exposición, le han acompañado a lo largo de estos años.