EDUARDO ARROYO

Pinturas, terracotas y piedras.

FECHA: Del 15 de marzo al 2 de junio de 2002

  Las obras, realizadas en 1999 continúan con esa línea irónica, con juegos de contrastes y alusiones cinematográficas, de escenificación compleja como la que encontramos en la obra de gran tradición histórico artística "El martirio de San Sebastián". En esta última etapa se observa la creación de obras de gran formato en los aue el potente marco vuelve a desempeñar un papel importante como en las clásicas pinturas de historia.

  Rastrea Arroyo la tradición pictórica española y francesa, que conoce a fondo y se adentra con visión moderna en escenas costumbristas como la aue presenta en "Viva Madrid aue es mi pueblo. Homenaje a la capital del ruido" (2000), ó plantea con su personal estilo, es decir "puro Arroyo" el enfrentamiento tan actual de dos mundos: el occidental frente al islámico en la "Guerra de dos mundos" (2002).

  Las esculturas son también de reciente creación y combinan el empleo de diferentes materiales: la piedra, el plomo, el bronce, el acero, el hierro, el latón y la madera. Piedras de formas singulares, escogidas del peculiar paisaje leonés de Robles de Laciana, el lugar de su infancia, un verdadero paraíso recobrado por Arroyo, el de sus raíces y aue se recogen fundamentalmente en títulos específicos como son los "Unicornios", las "Novias de Muxivén", las "Vanitas", los "Bueyes", la "Vaca" o el "Gran chivo".

  Con la selección de cerámicas, pocas veces mostradas, Eduardo Arroyo muestra un interesante repertorio de objetos y retratos singulares como los "Tío Pepe", diversos platos, "Winston Churchil pintor", "Bécassine" ó "Princesa de los Ursinos".

   Este mundo de la cerámica es para Arroyo muy atrayente y después de muchos años de inactividad con este material, el propio artista asegura con rotundidad aue regresará pronto a ella.

  Los cauchos, de 1976, son también reflejo de la curiosidad insaciable de Arroyo por jugar con infinidad de materiales y el deseo de plasmar, en homenaje a esa comunidad turca entre la aue vivió el artista durante dos años, en plena vigencia del Muro de Berlín, el mundo exótico y oriental de una añorada Anatolia.

  Su inmersión en el mundo de la escenografía teatral se produce a partir de 1968 y esa experiencia, aue dura hasta la actualidad le hace tratar los decorados y los vestuarios con la misma estética desarrollada en su obra plástica.

  La muestra se completa con la proyección de un vídeo en torno al autor, la exposición de libros escritos por Arroyo o ilustrados por él, así como una selección de carteles, dibujos y fotografías de algunos de sus diseños relacionados con el mundo del teatro, óperas y operetas aue conoce a la perfección (escenografías, vestuarios y decorados para obras como "La Walkyria", "Fausto", "Cenicienta", "La vida es sueño", "Otelo" etc).